La colección I.N.O.X. confirma a cada paso que la resistencia es la clave para alcanzar nuevos logros. La pulsera metálica de los nuevos I.N.O.X. Professional Diver es un claro ejemplo. No en vano, su proceso de homologación incluye, entre otras muchas pruebas, 500 000 ciclos de vibración, fuerzas de tracción de 200 newtons y 5000 ciclos de torsión. Combinando un diseño ingenioso y una estética muy cuidada se consiguen una calidad y una funcionalidad inconfundible. La hebilla desplegable es también extensible, lo que permite ajustar el reloj correctamente sobre el traje de buceo. Para Victorinox Swiss Army, la intrepidez es irrenunciable.
Naturalmente, los nuevos modelos han superado las 130 exigentes pruebas para relojes de buceo que ya había superado la gama I.N.O.X. Professional Diver para garantizar su durabilidad. Sabiendo que los usuarios de I.N.O.X. Professional Diver suelen sumergirse en lo desconocido, Victorinox se esfuerza en ofrecerles equipos en los que puedan poner su confianza, implícitamente. Para ello, se tienen en cuenta criterios específicos de seguridad, como la visibilidad en la oscuridad, el antimagnetismo y la adaptabilidad. Las agujas e índices luminiscentes facilitan la lectura de la hora en entornos desfavorables. Un punto luminiscente situado en el segundero permite comprobar de un vistazo la correcta marcha del reloj.
Para una mayor protección, se incluye un protector «bumper» extraíble y transparente que también ayuda a mantener el bisel en posición durante las inmersiones; además, produce un atractivo efecto lupa que mejora la visibilidad y recuerda al cristal en forma de cúpula de los relojes de buceo de antaño. Fieles al compromiso de la gama I.N.O.X. con la adopción de nuevos estándares de relojería, los nuevos modelos son sumergibles hasta 200 metros, el doble de lo que exige la norma ISO 6425. Estos relojes de buceo dejarán una marca indeleble tanto dentro como fuera del agua.