Cariló continúa con altísimos niveles de ocupación. Cómo es la vida de playa en el balneario más top de Argentina.
Lo mejor de las vacaciones es el disfrute. Uno puede incumplir horarios, saltarse comidas, probar cosas nuevas, disponer de uno mismo, dejar que los chicos se ensucien la ropa más que de costumbre, no preocuparse porque están todo el tiempo aparentemente sin hacer nada. El ocio es un derecho y las vacaciones un espacio necesario para recargar energías, reflexionar y conectar con lo que nos gusta. Sin ocio no hay equilibrio ni salud mental para continuar un año que, generalmente, está sobrecargado y repleto de obligaciones.
Son muchos los argentinos que consideran que el verano sin playa no es verano y por eso la costa atlántica siempre sorprende porque hay una oferta para cada demanda y una opción especialmente diseñada para cada gusto. Y si la playa y el mar no fueran suficientes, puede sumarse el bosque!!!
En Divisadero Club de Mar, en Cariló, la vida diaria transcurre entre la arena y los árboles. Extensas caminatas, running, paseos, cabalgatas, surf, kite, stretching, baños de bosque, todo sucede armónicamente. Si el día amanece soleado algunos elijen ir hasta la costa bien temprano a disfrutar de clases de yoga, de natación o desayunar. Otros llegan cerca del mediodía dispuestos a almorzar antes de entregarse al sol o darse el primer chapuzón del día. Y al fin llegan los que se deciden después de almorzar en casa, cuando llega la hora del mate o los tragos al atardecer . Pero sin duda el imán es la playa.
Para lograr el equilibrio de un descanso perfecto, Divisadero Club de Mar, busca crear un clima descontracturado donde cada uno pueda elegir cómo descansar y disfrutar mejor del verano. Lo primero es ofrecer un gran servicio en cada detalle. Desde la decoración del restaurante hasta el horizonte blanco de sombrillas y carpas todo ofrece distención. Zur es la excusa indudable para el goloseo gastronómico con el plus de presentar un menú curado por el reconocido chef Fernando Lo Coco, ex Mirasur y discípulo del excelso Mauro Colagreco. Sus propuestas de almuerzo y cena diferenciados incluyen carnes blancas y rojas, mariscos y deliciosas ensaladas.
La tarde de tragos, jugos, batidos y helados siempre está amenizada por la selección del DJ xxxxxxx, que acompaña con su música el paso del día. A la tarde llega la hora de alguna propuesta sin TACC y sin azúcar en el chiringuito de la Negra Baker y, antes de que oscurezca, los tragos de autor del famoso Tato Giovanonni y las degustaciones más diversas. Durante todo el día la caricia del sol y el calor de la arena se amenizan con la fresca costa marina o en la piscina. Divi, como lo llaman, es el único balneario con piscina propia y gimnasio al aire libre.
Este año la moda es la vida sana y el cuidado del cuerpo y la mente. Por la mañana se dictan clases de yoga sobre la costa. También cuenta con un área de spa donde se ofrecen distintos tipos de masajes corporales a lo largo del día. Por la tarde, el grupo Animar acompaña a los más chicos a divertirse con juegos y desafíos, mientras los más grandes pueden quedarse descansando, participar de torneos de voley , football tennis, table ball o unirse a los desafíos de trekking por la playa o el bosque.
Cada semana se organizan diferentes eventos como pintura con artistas al aire libre, cata de vinos, promociones de productos o clases de cocina sana o cuidados del cuerpo. Todo busca ser fuente de relax y bienestar en un lugar considerado Centro Cultural. Divisadero tiene una historia súper interesante en el contexto de Cariló ya que fue uno de los primeros lugares construidos de toda la localidad.
Todos estos atributos y más hacen que en febrero, tras un enero espectacular en cuanto a movimiento de gente y actividades, Divisadero Club de Mar, sea nuevamente elegido como el balneario top de Cariló. Un lugar donde el ambiente seduce por su calidez pero también por su elegancia y su pasado.