La cantora IAMANA presenta su último trabajo discográfico experimental: “LAS FUERZAS TAMBIÉN DESCANSAN”, un viaje poético de siete canciones recitadas y cantadas, a ritmo sigiloso que le da la mano a la introspección desde una estética cinematográfica, de sonido singularmente personal.
“Tuve ganas de entrar en lo digital para dar lugar a esta inquietud de fusionar mi ser acústico y si se quiere más telúrico con un paisaje que no explique sino que sugiera, que traiga el espíritu onírico a la ciudad y sus contradicciones estéticas”, devela Iamana sobre este nuevo desafío.
Este álbum es un tejido entre la belleza de lo distinto y la capacidad de sostenerla sin apuro, coproducido por Santi Llesca y editado por el prestigioso sello “Elefante en la Habitación”, se estrenó el 3 de marzo en plataformas digitales y fue gestado desde el silencio del aislamiento durante la pandemia. “Creado con profundo placer, a un ritmo pausado y respetuoso de cada ínfima decisión”.
“Cuando pienso en belleza no hablo de la vidriera ó moda sino de esa profunda humanidad que late subterránea y que trae algo parecido a la esperanza, algo que por supuesto incluye el grito, lo pequeño, la mugre, lo imperfecto y porque no, el silencio”, asegura la artista.
El nombre de la placa está vinculado a un cuadro majestuoso de la pintora Majo Caporaletti en el que Iamana se sintió representada, una imagen súper realista de una pantera negra durmiendo sobre la rama de un árbol.
“Siempre tuve la inquietud de habitar un “sonido propio” que pudiera reunir los mundos sonoros que me conmueven. En mis comienzos transité la interpretación de músicas de otrxs siempre jugando con los géneros. Para mí la voz es el lugar de la experimentación. La idea de collage y la improvisación me permitieron unir mundos en una misma atmósfera ecléctica. Algo de esos tejidos me da paz, me permite sentirme a salvo de las etiquetas y habitar un lugar inventado en el que se expanden las fronteras de lo posible”, relata Iamana.
“Durante 6 meses laburamos muchas horas por semana completamente inmersxs y entusiasmadxs en darle forma a las canciones que estaban ahí esperando ser grabadas y traducidas a este sonido que ya habitaba de algún modo en mi cabeza”.
El disco cuenta con tres audiovisuales a cargo de Daniela Pereiro de las canciones: “Pájaros”, “Mamá Koyi” y “Quién era yo”.
Para mediados de 2023 se estrenará un videoarte que acompañará todo el álbum, un gran videoclip de 23 minutos.
LO QUE SE OYE SEGÚN IAMANA
“Se escucha la voz como un territorio narrativo y a la vez instrumental. Un diálogo cómodo entre el aliento y las máquinas. Las máquinas como sostén de la emoción. Se escuchan mis poesías nómades intervenidas por sonidos que siempre me fueron afines junto a otros nuevos que me atraen, programaciones y ruidos del mundo. Suenan instrumentos de raíces distintas hablando un lenguaje común e inventado. La raíz del bombo, el ronroco y la guitarra con el vuelo del Rodhes y el violín procesado. Y las voces, siempre las voces como un portal, la mía multiplicada, la de colegas que admiro, la de gente que conocí en el camino, la de mi hijo chiquito improvisando su primera canción. Hay canción de raíz sudamericana, hay coros que refieren a música antigua europea, hay música experimental y electrónica, hay sonido de mar, baguala y memorias de música negra”.
SOBRE IAMANA
Nació en Buenos Aires y desde muy pequeña se sintió atraída por la música y especialmente por la música de voces. A sus 14 empezó a cantar en un Coro de música barroca y nunca dejó de cantar hasta hoy. En el camino pasó de todo, fue actriz, productora, dueña de un teatro y programadora de música. Desde hace 20 años es apasionada maestra facilitadora de experiencias con la voz y eterna aprendiz en este campo. Su canto ha pasado por mil transformaciones. Eso es algo que la define, el cambio, el respeto por lo que va siendo más que por lo que “hay que ser”.
Hace algunos años sintió un profundo llamado a abrazar el nombre con el que la bautizaron viviendo en Brasil y su nombre de familia – Mariana Pereiro – se transformó en el tesoro que se introyecta como una fuerza puertas adentro. Decidió este salto al vacío de renombrarse hacia afuera como un cambio de piel, en dirección a expandirse hacia lugares aún no explorados, aceptando un pedido más profundo. Iamana es la versión de ella misma que avanza y crea desde la esencia.
“Todxs dicen que mi abuelo paterno era tremendo cantor y su familia extendida fue cuna de poetas, artistas plásticos e improvisadores de rimas. Mi madre bailó folklore desde niña y todas mis tías, linaje al que siempre me sentí muy ligada, eran altas bailarinas de todos los géneros. La mayoría de ellxs, de un lado y el otro de mi árbol, no se dedicaron al arte como oficio y eso para mí siempre fue algo desafiante y a la vez un tremendo impulso. Desde muy chica sentí estar abriendo un camino que no había sido fácil de abrazar como destino y a la vez, una fuerza particular por lograrlo. Siento que he cumplido un poco ese rol de abrir espacio al arte como forma de vida y me encanta”, nos cuenta Iamana.
Su proyecto solista nace en 2005, cuando se lanzó a la aventura de un viaje que terminó llevándola 9 meses por el oeste africano. Ahí empezó a escribir los primeros bocetos de canciones y a compartirlas en improvisaciones con músicos de Burkina Faso. La artista fue destacada por Rául Carnota como artista revelación para Página/12 en 2010 y reconocida por su álbum Lucero como uno de los mejores álbum del 2010 en la reseña escrita por el crítico musical Mauro Apicella en el Diario La Nación.
Participaba de varios proyectos y cuando nació su hijo y ante la limitación del tiempo disponible, tuvo la certeza de que todo el tiempo que pudiera dedicar a la música iría en dirección a su proyecto de canciones propias. Hoy siente que componer y cantar sus canciones es un camino de ida y disfruta ese desafío que se ha vuelto un punto de partida para abordar como interprete las músicas de otros autores. Declarada admiradora de la obra solista del Mono Fontana, de las grabaciones en vivo del Cuchi Leguizamón y súper fan de la cantora portuguesa María Joao, fue parte del colectivo de artistas que abrió y dirigió el espacio de arte “NoAvestruz”, siendo su programadora musical durante los primeros 8 años del proyecto. En su playlist latinoamericana están Martín Buscaglia, Juana Molina, Florencia Ruiz, Soema Montenegro, María Pien, Sofi Alvarez, Meli Moguilevsky, Noelia Recalde, Flavia Calderón, Varinia Zelko, Mati Mormandi, Wos y el Quinteto de Diego Schissi. Mientras que disfruta de escuchar de la obra de Adriana Calcanhoto ( Brasil) , Hiromi Uehara y Ryuichi Sakamoto ( Japón), Rokia Traoré (Mali), Elvira Espejo (Bolivia), Yung Chen Lhamo (Tibet)
En su proyecto en dúo con Guille Capooci compartió escenario con Raúl Carnota, Quique Sinesi, Nora Sarmoria y Guillermo Klein. En «El Diablo en la boca» junto a Maia Mónaco, proponían conciertos escénicos de pura música improvisada con un dream team fijo que se completaba con Ale Oliva y Gabriel Spiller. A esas noches se sumaron: Ale Franov, Santiago Vázquez, Edgardo Cardozo, Vicky Zotalis, Barbara Togander, Verónica Condomí, Lucio Balduini Además IAMANA tocó en dúo junto a Gustavo Nasuti, Christian Covre, Sami Abadi y Dolo Mazzoni.
Iamana | Voz, ronroco, piano, percusión, composiciones, arreglos
Santi Lesca | Guitarras, programaciones, arreglos
MÚSICXS INVITADXS: Florencia Ruiz | Agustina Gómez | Christian Covre | Irina Bianchet | Quimey Rosas.
Producción artística | Santi Lesca, Iamana
Mezcla | Santi Lesca
Asistencia Mezcla | Martín Chebli Murad
Masterización | Juan Pablo Alcaro
Fotografía | Daniela Pereiro
Arte de tapa | María Birba
Sello | Elefante en la habitación EH!
Prensa | PH Comunicación * Alelí Alegría Cuba