La cúrcuma es una especia antioxidante con propiedades purificadoras y antitumorales. Descubre todos sus beneficios y cómo se debe tomar.
La cúrcuma (Curcuma longa) es una planta que pertenece a la familia de las Zingiberáceas. Además de ser un poderoso antioxidante y antiinflamatorio, también tiene una acción purificadora, colerética y colagoga, útil para el hígado y la vesícula biliar. Vamos a descubrirlo mejor en este artículo.
Debido a sus propiedades beneficiosas y curativas, la cúrcuma se utiliza tradicionalmente tanto en la medicina ayurvédica como en la medicina tradicional china, en particular como suplemento alimenticio natural por su capacidad para combatir los procesos inflamatorios en el cuerpo.
La planta siempre ha sido conocida por sus propiedades depurativas, coleréticas (estimula la producción de bilis por el hígado) y colagogas (promueve el vaciado de la vesícula biliar, aumentando la entrada de bilis en el duodeno y previniendo la formación de cálculos biliares), es un hepatoprotector, estimulante de las vías biliares, antioxidante, diluyente de la sangre.
El ingrediente activo más importante es la curcumina, que según estudios recientes tiene propiedades antitumorales, porque la cúrcuma puede bloquear la acción de una enzima que se cree que es responsable del desarrollo de diferentes tipos de cáncer. Este ingrediente activo también confiere a la cúrcuma una acción antiinflamatoria y analgésica, por lo que se utiliza eficazmente en el tratamiento de la inflamación, el dolor de las articulaciones, la artritis y la artrosis.