En el marco del centenario del prestigioso guitarrista, cantante, autor y compositor salteño Eduardo Falú (1923-2023), Juan Martín Di Salvo y Florencia Dávalos recorren la obra de Falú junto a Hernán Fredes en guitarra y Candelaria Quiñones en piano.
El notable cantante Juan Martin Di Salvo, y uno de los mayores conocedores e investigadores de la obra de Eduardo Falú; junto al guitarrista Hernán Fredes interpretarán, en el centenario, sus obras instrumentales y canciones junto a duplas memorables.
Por su parte, la prestigiosa cantora Florencia Dávalos interpretará las obras de la dupla que Falú integró junto a su padre, el extraordinario poeta Jaime Dávalos. Ambos, Flor y Juan, estuvieron actuando recientemente en el exterior y por distintos puntos del país con sus respectivos espectáculos.
Por primera vez juntos se augura noches de poesías y melodías indispensables de nuestro ADN musical.
Sobre Di Salvo
Juan Martín Di Salvo es productor, gestor cultural y cantante. Conoció a Eduardo Falú a temprana edad y compartió con el maestro largas charlas, anécdotas de sus viajes por el mundo, relatos sobre el origen de algunas canciones, sobre los sonidos de la guitarra y porque no también compartieron silencios, aquellos que solo interpretan músicos. Di Salvo expresa de modo sentido y profundo las obras que Falú compuso en sociedad con poetas cómo Perdiguero, Castilla, Benarós, Mansilla, Hugo Ovalle y el ya mencionado Jaime Dávalos.
Recientemente presentó en el marco de Cosquín 2023 «El Caballero de la Guitarra, Falú 100 años»: Un mix entre charla y música, recorriendo la obra de Falú. Actualmente se encuentra finalizando un trabajo de años, donde recopila y produce cien videos grabados por guitarristas y cantantes de distintos vértices del mundo a estrenarse en formato audiovisual como “Falú 100 años”. En julio de 2023 se presentará en España, Suiza, Alemania y Austria llevando el homenaje a Eduardo Falú junto al guitarrista Hernán Fredes, países de Europa donde estuvo antes con éxito y ahora lleva esta nueva propuesta.
Sobre Florencia
Florencia Dávalos es cantante e intérprete con una destacada trayectoria en la música folclórica. Su primer proyecto “Memoria de la semilla” difunde la obra poetico musical de su padre, el Jaime Dávalos, obteniendo premios y reconocimientos de la prensa especializada. En 2021 crea el “Proyecto Jaime Dávalos 100 Años” y realiza un concierto homenaje en el Centro Cultural Kirchner en el cual participa como cantante, intérprete y directora artística. Realiza una gira de conciertos y workshops por Europa (2022) con el “Florencia Dávalos Trío», junto a Mirta Pérez (piano) y Mariana Mariñelarena (percusión).
Actualmente realiza presentaciones de “Tiempo de florecer”, un concierto que entrelaza repertorio folclórico tradicional con sus nuevas composiciones. Dicta talleres, como “Huella Vocal”, una experiencia de canto e interpretación, “De boca en boca”, sobre canto colectivo y el “Ensamble de Mujeres de Canto y Percusión Folclórica” junto a Mariana Mariñelarena; mientras produce su próximo disco de canciones y poemas propios.
SOBRE FALÚ Y DÁVALOS
Eduardo Falú fue un artista multifacético, imposible de encasillar dentro de una sola idea. Extraordinario guitarrista, distinguido compositor y consumado cantante, cuya voz de barítono, fue admirada y amada en el mundo entero. Su capacidad de hacer música los sentimientos humanos van mucho más allá de un puñado de canciones, y es por eso que cuando uno repasa su obra puede identificar rápidamente su huella sonora.
Jaime Dávalos, semilla de una estirpe de notables poetas. Creador de una corriente expresiva novedosa llena de metáforas ligadas a la tierra y sus misterios. Su exquisito legado poético rueda de manera incesante en forma de innumerables canciones y coplas que suenan en nuestro folklore. Falú y Dávalos formaron una dupla virtuosa e infatigable de la que surgieron temas fundacionales y eternos como “Zamba de la Candelaria”, “Las golondrinas”, “Tonada del viejo amor”, “Milonga del alucinado”, “La nostalgiosa”, “Resolana”, “Río de tigres”, entre más bellas creaciones. El espíritu de este encuentro de estas almas queda expresado en el «Poema a Eduardo Falú», que Dávalos escribió: «Nacimos juntos al amor del pueblo, mis poemas con tu voz y tu guitarra. Queríamos cantar sencillamente, como nuestros arroyos de montaña…confesarnos con Juan de los Palotes, decir por él, hasta lo que él mismo calla…En la canción, dejar el testimonio de la poesía que nos visitaba, para que con fundamento cante el pueblo y con el canto se despene el alma…por eso Eduardo, nos iremos juntos sobre los cuatro rumbos de la patria a destapar el polvo del olvido…yo con mis versos, vos con tu guitarra…”
Alguien dijo hace poco que tener a Messi, Borges, Piazzolla, Yupanqui y Mercedes Sosa, era como tener una gran dosis de paraíso en Argentina. Creo que nuestro amado país, que se levanta y vuelve a renacer como el ave fénix, no solo tuvo algunos destellos milagrosos. El milagro en esta bendita tierra fue y es algo cotidiano, como lo simple y la anhelada felicidad. Por ejemplo, uno de los más inspirados compositores, cantores y guitarristas, que pueden estar tranquilamente al lado de Joa Gilberto, Andrés Zegovia; sin envidiarles para nada ese toque mágico en la guitarra.
Alguien capaz de acompañarse melodiosamente con esa voz de socavones mineros y exquisita expresividad.
Alguien a quien le alcanzaría, para estar en la historia con un par de zambas y trémolos. Ese milagro se llamó y llama Eduardo Falú, porque sus obras aún suenan en los fogones junto al temblor de una guitarra y este salteño del interior supo conjugar como nadie lo clásico y lo popular.
Los grandes teatros del mundo lo vieron brillar como las estrellas del cielo velando con las peñas y festivales. Tal vez a este bendito país, para no perder la memoria, y saber que los milagros existen solo le falta mirar la gema en lo popular.
De la misma manera vale una artesanía regional como una gran pintura, un poeta de libros y canciones y un escritor de la ciudad, un músico callejero como un músico de conciertos.
Los milagros existen, solo hay que saber verlos o escucharlos. Silvia Majul